Y fue que aquí
terminamos
encadenados
en un beso,
enmudeciendo
el fragor
de estas batallas
nuestras
que gritan
calladamente
sobre el silencio
de estos muros.
Nadie fue
imputado
por ese beso,
ni nadie será
culpable
de este tenue
roce de nuestros
labios,
fundiéndose
sutilmente
entre barrotes
y pasillos,
en los calabozos
donde se prueba
la fortaleza
que escriben
nuestras miradas.
Quizás nadie
pericie nuestros
labios,
ni prueben
la sinceridad
que emergió
de un beso
tan profundo
como la verdad
que esquiva
comienza
a florecer
en toda
esta aridez,
detentando
un tercio de
justicia,
otro de inocencia
y un largo
trecho
para la
absolución
que nació
encadenada
a un beso,
encadenados
los dos.
Alejandro Cifuentes-Lucic © Catalejo 2012
Libro: Escritos Metalúrgicos / 2012
Escrito en un calabozo.
Fotografía: “Tensión”. Original de Chicho Valentino (España). Usado con permiso del autor. Libre de derechos.
Una respuesta a “Encadenados”
Hola, Alejandro. Gracias por tu visita a mi blog, por darme la oportunidad de conocer tanta belleza del tuyo.
Saludos. Elssa Ana.
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