Tengo una deuda de vida contigo,
mi musa.

La contraje en la breve porción
del tiempo que te da el aplomo,
la conciencia, el descubrimiento,
la certeza de haber comprendido
la naturaleza subyacente de todas las palabras,
las miradas encontradas dentro del impreciso
conjunto de los signos convenidos
para escribir una historia,
el mensaje cifrado del amor que se oculta ingenuo
en la inocencia de un roce inadvertido
para la diletante maquinaria del azar y la complejidad.

No puedo borrar la plúmbea decisión de amarte,
mi musa.

Entonces te invito a dejar la noche para las estrellas,
para sus constelaciones,
a abandonar el mundo de los sueños,
de las sombras, de los escondites, del susurro,
quiero vivir en la libertad del día,
sentir el aire fresco de las calles y el gentío,
deambular en la avalancha sincera
de las miradas profundas,
de las manos abrazadas,
del destino sin encrucijadas,
la verdad de amar sin doblegarse
a la derrota que significa perderte.

Musa (Del lat. musa, y este del gr. μοῦσα). Fuente: RAE (2010)
1. f. Cada una de las deidades que, según la fábula, habitaban, presididas por Apolo, en el Parnaso o en el Helicón y protegían las ciencias y las artes liberales, especialmente la poesía. Su número era vario en la mitología, pero más ordinariamente se creyó que eran nueve.
2. f. numen (‖ inspiración del artista).
3. f. Ingenio poético propio y peculiar de cada poeta. La musa de Píndaro, de Virgilio, de Fray Luis de León.
4. f. poesía. La musa latina. La musa española.
5. f. pl. Ciencias y artes liberales, especialmente humanidades o poesía.

Alejandro Cifuentes-Lucic © 2010

Photograph: “Muse” – Original by Marijana Lucic (Kikinda, Serbia). Artwork used with permission.


2 respuestas a “Numen”

  1. Muse can be a leaf falling of a tree, child’s laughter… They are the essence of inspiration. If you see the positive in every thing than your soul can be enlighten and touched by a Muse.

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  2. Cuando rescatas a una musa de la politeista Grecia, rescatas a esa simbólica alma femenina, aplastada y exiliada desde el monoteísmo, más fundamentalista.
    Me recorre una profunda emoción al sentir que es posible una vez más instalar un mito de origen, suave y contenedor, que reinvidique el alma femenina, amante de la masculina. La simbiosis perfecta de la naturaleza humana.

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